Fecha de publicación: 30 de marzo de 2015

El episodio de Getsemaní es uno de los más sobrecogedores de tu Pasión, Señor. Triste está mi alma hasta la muerte. No hubieras sido totalmente hombre si la muerte no te hubiera atemorizado. No hubieras sido plenamente uno de nosotros si no hubieras experimentado el temor a la cruz. Y tus amigos dormían. Por dos veces fuiste a buscarlos. Tenían la cabeza pesada. Se dormían. No eran conscientes de lo que estaba sucediendo ni de lo que estabas viviendo.

Y sin embargo, gracias Señor, porque ahora cuando nosotros tenemos miedo; cuando nosotros sentimos la profundidad de la muerte, o cualquier tipo de angustia; cuando nosotros sentimos la traición, o el abandono, o la distracción de los que están cerca, Señor, sabemos que no estamos solos. Tú estás allí, junto a nosotros, en nuestro Getsemaní, que ya será siempre también tu Getsemaní.

Padrenuestro
Que estás en el Cielo
Santificado sea tu Nombre
Venga a nosotros tu Reina
Hágase tu Voluntad
En la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas
Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal.
Amén.

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

30 de marzo de 2015
Plaza de las Pasiegas