La Basílica de las Angustias acogió ayer a lo largo de toda la mañana a gran cantidad de fieles que acudieron al templo a rendir culto a la Virgen entre gestos de fervor y devoción. Por la mañana se celebraron eucaristías en la Basílica a las 12h y a las 13h, por las intenciones del Cuerpo de Hermanos Horquilleros y Hermanas Cofrades y por las intenciones del Cuerpo de Hermanos Palieros respectivamente. La misa de 13h contó además, con la presencia de nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, quién dirigió a los asistentes en su homilía una reflexión con motivo del día de la Virgen:
“Sois la Iglesia de Cristo, sois en realidad, de algún modo, la prolongación de la Virgen en la historia. La Virgen es símbolo, imagen, espejo de la vocación de la Iglesia, de la vida de la Iglesia. Lo que ella ha vivido, de alguna manera lo vivimos nosotros. Ella recibió al hijo de Dios en su seno, nosotros lo recibimos cada vez que comulgamos, el Hijo de Dios ha vivido en ella y el Hijo de Dios vive en nosotros por el Bautismo y por la Comunión”, dijo D. Javier Martínez.
Por la tarde, dio comienzo la tradicional procesión de la Sagrada Imagen por las calles de Granada con la participación de autoridades civiles, militares y eclesiásticas, entre las que se encontraban el Arzobispo, sacerdotes y seminaristas del Seminario Mayor “San Cecilio” de Granada. El desfile procesional, que recorrió las calles del centro de la ciudad, pasó también por la Catedral, siendo ésta, junto a la propia Basílica de las Angustias, templos jubilares en este Año de la Misericordia.