Fecha de publicación: 3 de diciembre de 2018

Paralelo al inicio del Adviento, la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada vuelve a celebrar por estas fechas a su patrona la Inmaculada en una cita que el propio arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, calificó de “uno de esos hitos del año que uno no quisiera perderse”.

El acto contó con la presencia de la Decana de Farmacia, Ana Isabel Del Moral García, así como de otros miembros del equipo de gobierno de la facultad, de profesores, de alumnos y de sus familias.

“Se acerca vuestra liberación”

Durante la Eucaristía el arzobispo se refirió al tiempo del Adviento como “uno de los tiempos litúrgicos que más conecta con el corazón del ser humano”, pues se trata precisamente del tiempo en que “se nos propone que contemplemos sin censuras, sin prejuicios, nuestro propio deseo, nuestro propio anhelo; pues ese deseo es una guía hacia Dios”.

El tiempo vecino de la Navidad, del Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, se presenta precisamente como el tiempo en el que se celebra que “a pesar de toda la miseria humana el Señor no ha tenido ningún inconveniente en abrazarse a nuestra humanidad, en hacerse uno con ella”.

En respuesta al Evangelio, D. Javier manifestó, que el tiempo litúrgico del Adviento manifiesta cómo, en mitad de guerras y de catástrofes, “se acerca la liberación del pueblo”, nace la respuesta al deseo y anhelo del corazón humano. Se refirió así con ejemplos recientes de la multitudinaria conversión de fieles que está teniendo lugar en un país como Vietnam, en la que la profesión de la fe cristiana está prohibida.

No un ejemplo, sino testimonio

“No tenemos que dar ejemplo, tenemos que dar testimonio de que hemos encontrado la respuesta a los deseos más profundos de nuestro corazón”, apuntó. “Seremos muy pobres, seremos muy mediocres, seremos lo que sea pero el Señor no nos abandona, y nosotros sabemos que Él es la respuesta a vuestras inquietudes”.

El arzobispo se despidió del claustro, hablando de la labor del profesorado con los alumnos. Éstos, dijo, “creen que no la hay y desde luego creen que lo que hacemos en la Iglesia no sirve para nada como respuesta para los anhelos del hombre”. Les animó por tanto a que ese testimonio pudiese verse “en vuestros ojos, en la manera en cómo les tratáis, en la manera como estáis con ellos, en vuestra alegría, en vuestra paciencia, en vuestra perseverancia”.

Ignacio Álvarez
Delegación de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada