Fecha de publicación: 8 de diciembre de 2018

Y en torno a Ella, cientos de granadinos llegaron hasta la Catedral acompañando la Sagrada Imagen, desde la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, especialmente llegados desde Otura, entre ellos su alcalde y los miembros de su Hermandad.

También el pueblo cristiano de Granada quiso participar en la liturgia de la Palabra, que se inició con la bendición y el saludo de nuestro Arzobispo D. Javier Martínez, quien recordaba la importante fiesta que es la proclamación de este dogma de María Inmaculada. Tanto es así –recordaba nuestro arzobispo- que Granada cuenta con una plaza –Plaza del Triunfo- en honor a María Inmaculada, y uno de los lugares más significativos de la vida de la Iglesia diocesana es la Abadía del Sacromonte, que desde su fundación proclamó el Dogma de la Inmaculada Concepción de María, cuyo lema es “A María no tocó pecado primero”.

La vigilia, organizada por la Pastoral Juvenil y abierta a toda la comunidad diocesana, vivió su momento central con la lectura del Evangelio de la Solemnidad de María Inmaculada. Presidida por la Sagrada Imagen de la Virgen de la Aurora de Otura, se encontraba junto a ella también la Sagrada Imagen de la Virgen de la Antigua, que tiene su sede en la S.I Catedral.

Entre los fieles cristianos, además de los llegados desde Otura, se encontraba también la Junta Directiva de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Granada, cofrades en general, comunidades de vida consagrada y de movimientos apostólicos.

La vigilia permitió elevar súplicas a la Virgen, acompañados por los cantos organizados desde la Pastoral Juvenil y los momentos en silencio para permitir el diálogo con Nuestra Madre y Nuestro Señor.

PROCLAMACIÓN “REVOLUCIONARIA”
En sus palabras en la vigilia, Mons. Martínez subrayó que “la proclamación de la Inmaculada Concepción es una proclamación verdaderamente revolucionaria”, al mismo tiempo que señalaba la necedad que es querer construir por uno mismo, con nuestros propios esfuerzos, la felicidad. En este sentido, recordó las palabras de san Juan Pablo II: “El hombre puede vivir sin Dios, pero una sociedad sin Dios se vuelve contra los hombres”. Es decir, se llena de violencia.

Frente a esta postura, Mons. Martínez invitó a “abrir el corazón a la luz, a la alegría, a la gracia, al amor que Jesucristo nos da, y los frutos ya vendrán”. “La Iglesia hace suya las palabras del Magníficat, porque la Iglesia hace suyas la vocación de la Virgen. La Iglesia repite todas las tares las palabras del Magníficat, porque Cristo viene a nosotros todos los días, para abrazarnos, para salvarnos, para permitirnos recuperar nuestra humanidad”, subrayó.

Paqui Pallarés
Directora de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada

Escuchar palabras de Mons. Martínez en la vigilia