La charla, que contó con un gran número de asistentes, ahondó en la importancia que tuvo esta estancia del emperador en la ciudad granadina, que por causa accidental pasó de ser una estancia corta de una semana a prolongarse hasta seis meses y fue decisiva para la historia de Granada como ciudad.

“El emperador quiere ver Granada por la fama histórica que tiene como fin de la Reconquista, como tumba de los Reyes Católicos ¡y como lugar de su propia tumba!, tal como él había firmado, antes de venir a España desde Centroeuropa, por temor a que le ocurriera algo antes de su viaje”, dijo el ponente durante el acto.

GRANADA, CUNA DEL RENACIMIENTO

El primero contacto del emperador con Granada, ciudad entonces marcada por una tradición musulmana bien evidente, no estuvo exenta de cierto desencuentro inicial, en una discusión que se motivó entre los aposentadores reales y los representantes de la ciudad, que pedían respetar los derechos históricos determinados por los propios Reyes Católicos a la ciudad.

Aun así, el gusto de Carlos V por Granada se evidenció desde el principio, y durante la estancia de medio año el emperador se volcó en Granada, que recibió la influencia determinante del estilo de vida, arte y pensamiento renacentistas a través de su séquito real. Una corte real entre los que se encontraban personajes renacentistas importantes como Garcilaso de la Vega, Berruguete o Juan de Valdés, autor del Diálogo de la Lengua, obra importante de la lengua castellana en este siglo renacentista que fue elaborada durante el paso de Carlos V por Granada.

Prolongada por motivos de la guerra en Italia contra la Liga Clementina, el historiador Juan Antonio Vilar explicó además cómo la estancia del emperador Carlos V motivó toda una serie de fundaciones históricas que se prolongan hasta nuestros días, empezando por la del famoso palacio renacencista del emperador en la Alhambra o la propia Universidad de Granada, en la que fue la segunda ciudad más grande del Imperio hasta mediados del siglo XVI.

ENCLAVE DE UNA HISTORIA DE AMOR

Durante la charla se evidenció el gusto de Carlos V por la ciudad de Granada, lugar en el que disfrutó además de su luna de miel entre los ratos de caza que le ofrecían los buenos terrenos de Granada, y su entrega amorosa a la emperatriz Isabel de Portugal, con quien vivió una verdadera historia de amor.

“La boda había sido una boda política pero de pronto se revela como un flechazo de amor total, y él está completamente enamorado de ella”, recordó Vilar, “es un momento ideal para descansar, aunque la guerra está en marcha en Italia y él tiene que estar al mismo tiempo con un ojo en el ejército y en las reuniones con los embajadores”.

Con esta charla, seguida con atención por los asistentes, se clausuró la última de las “Semblanzas” de este mes de noviembre, ofrecidas por el Centro Cultural Nuevo Inicio como una forma de acercar a personajes excepcionales de la historia que, en todos los ámbitos del obrar humano, han marcado un hito significativo.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada