Fecha de publicación: 18 de marzo de 2019

Se cumplieron los 75 años de la imagen del Cristo de la Expiración, que se encontraba bajo la custodia de los Padres Escolapios en el Paseo de los Basilios. La imagen hizo su entrada en la Santa Iglesia Catedral el pasado viernes 15 de marzo, recibida de manos del Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez, para iniciar el recorrido del Via Crucis dentro del perímetro del templo.

A su llegada, Mons. Martínez aseguró que el Via Crucis no deja de ser una forma de expresar la “gratitud” del Pueblo cristiano por su Salvador. Pues el Via Crucis no es sino una forma de adherirse al Señor, siendo conscientes de que “Él es quien nos acompaña a lo largo del camino de nuestra vida para hacer posible (…) la alegría y el perdón” sobre la vida de todo cristiano.

Custodiado por todas las Cofradías y Hermandades granadinas participantes, el Cristo de la Expiración dio la vuelta al perímetro de la Catedral y terminó frente al altar, en donde permaneció toda la noche antes de su salida al día siguiente, sábado 16 de marzo, a las 19:00.

CAMINO DE ESPERANZA

Durante la Eucaristía celebrada al día siguiente, ya de domingo, con el Evangelio de la Transfiguración del Señor, D. Javier Martínez saludó a los representantes de todas las Cofradías, y en especial al Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo de la Expiración.

“No hay actitud más razonable ante el hecho de la muerte, que forma parte de nuestra condición humana, la preocupación o la sombra por ese hecho”. Ante la esclavitud de la muerte, de que habla San Pablo, no cabe más que una preocupación. Sin embargo, ¿por qué recubrimos de pan de oro una imagen como la del Cristo de la Expiración?, “justo por la sencilla razón que necesitamos esa referencia última que nos permite afrontar este hecho de la muerte con paz, con serenidad con esperanza”, ante esa muerte que viene como un ladrón en la noche.

“Yo quisiera haceros caer en la cuenta de que vuestro trono, vuestros faroles, tienen sentido solo precisamente porque nos ayudan a afrontar la vida y la muerte”, afirmó el Arzobispo. De este modo, “nuestra esperanza en la salvación no se basa en que no tengamos defectos, en que eliminemos toda impureza de nuestro corazón, sino en que Cristo ha muerto por mí”, eso es lo que llena de esperanza al hombre.

Por último, el Arzobispo se animó a los adultos cofrades a ser testigos de la vida cristiana para los jóvenes. No se trata de “transmitir unos valores” que no son más que “humo”, sino “la certeza de que uno ha encontrado el sentido a la vida”.

La imagen del Cristo de la Expiración salió al fin de la Catedral en procesión de regreso a la iglesia de los Escolapios.

Ignacio Álvarez 
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada