La Real y Antigua Hermandad del Santísimo Sacramento de la ciudad de Santa Fe clausuró ayer de la Octava del Corpus Christi, que celebran desde el pasado jueves, 15 de junio, en torno a la fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor.
Previamente a la celebración de la Misa, los fieles de Santa Fe rezaron el Santo Rosario en la iglesia de la Encarnación, como cada día de la Octava del Corpus Christi.
Mons. Javier Martínez acompañó a los fieles de Santa Fe en la clausura de esta fiesta tan importante en la ciudad. El Arzobispo presidió la Eucaristía, que estuvo concelebrada por los sacerdotes de la parroquia D. Eduardo Martín y D. David Alcalde, bendijo al Santísimo antes de colocarlo en el paso de la custodia y salió en la procesión por el pueblo junto al pueblo cristiano.
“Dios es amor”
El Arzobispo invitó a los fieles a reflexionar sobre el don del amor que es Dios: “Dios es, para quien ha conocido a Jesucristo, para quien se ha encontrado en la vida con Jesucristo, con la experiencia de la Iglesia que proclama y que transmite al Señor, Dios es amor. (…) Decir que Dios es amor significa que Dios no sabe hacer otra cosa más que amar, significa no que Dios puede tener sentimientos de bondad en unos momentos y sentimientos de ira o de cólera en otros. Significa que todo lo que Dios es y hace es amar. Es más, que todo lo que hace o permite es para nuestro bien”.
Solemnidad
La Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo se celebró en Santa Fe desde el sábado por la tarde hasta el domingo 18 de junio, día de la Solemnidad.
La procesión con el Santísimo salió de la parroquia de la Encarnación el domingo por la mañana y recorrió varias calles centrales, pasando por altares y balcones que los vecinos y los hermanos cofrades decoraron.
Rosa Die Alcolea