“Que todos sea uno para que el mundo crea”. Esas son las palabras de Jesús en el Evangelio dirigiéndose a Dios Padre. Es también el mensaje latente entre las distintas comunidades eclesiales cristianas, por la unidad de los cristianos. La Diócesis de Granada volvió a vivir un gesto ecuménico en este sentido a través de nuestro arzobispo D. Javier con la comunidad cristiana ortodoxa rusa, en la iglesia de San Bartolomé, cedida por la Diócesis para su uso litúrgico durante un periodo de 30 años.

Así, el pasado 14 de octubre, la comunidad cristiana ortodoxa rusa celebró su rito litúrgico, al que asistió nuestro arzobispo junto al resto de fieles de dicha comunidad. Presidieron su celebración litúrgica el Metropolitano de Korsoun y Exarca de Europa Occidental, Mons. Sergius Konovalov, y el Arzobispo Metropolitano ortodoxo en España y Portugal, Mons. Evgeny Sirotenko.

GRATITUD
La comunidad ortodoxa agradeció profundamente a nuestro pastor su acogida en la Diócesis con el uso litúrgico de esta iglesia del Albaicín, como miembros del mismo Cuerpo de Cristo. Antes de iniciar la celebración, D. Javier se dirigía a ellos afirmando que están en su “propia casa”.

“Como muchos de nosotros, que hemos dejado nuestras casas en los países de donde procedemos, la posibilidad de escuchar estas palabras es muy importante. Agradecemos su hospitalidad por aceptar la comunidad ortodoxa en lo que es verdaderamente el corazón de su Diócesis”, afirmó Andréy Kórdochkin, sacerdote en la Catedral de Santa María Magdalena en Madrid, de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Patriarcado de Moscú, Diócesis de España y Portugal.

Por su parte, nuestro arzobispo D. Javier expresó su felicidad “de ver la comunidad ortodoxa aquí en Granada y me siento privilegiado de haber podido acompañar al Exarca y al Metropolita”. “Le pedía al Señor que algún día, sin que se pierda nada de toda la riqueza de nuestras respectivas Tradiciones, y especialmente de vuestra Tradición rusa, podamos comulgar del mismo Cuerpo de Cristo, porque somos parte de ese mismo Cuerpo. Se lo pedimos al Espíritu Santo”, señaló.

“Bienvenidos a vuestra casa. Y qué alegría que tengáis una casa”, concluyó el arzobispo de Granada.

Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social