Palabras del Arzobispo de Granada en las celebraciones litúrgicas de esta Semana Santa en la Diócesis.
Las celebraciones litúrgicas de Semana Santa –Misa Crismal, Misa de la Cena del Señor, Pasión del Señor, Vigilia Pascual y Eucaristía de Resurrección- son los momentos centrales para vivir con la conciencia de pertenencia a Dios, que no deja nunca de amarnos.
En la Diócesis de Granada, estas celebraciones litúrgicas se llevaron a cabo en todas las parroquias y templos, salvo la Misa Crismal, que sólo se celebra en la Santa Iglesia Catedral presidida por el Arzobispo con el clero diocesano y tuvo lugar el Jueves Santo. En ella se consagró el Santo Crisma y se bendijeron los Óleos de los catecúmenos y enfermos. Dentro de la liturgia del Jueves Santo tuvo lugar el Lavatorio de los pies y el Viernes Santo, en el momento de la adoración de la Cruz, se dio a besar un lignum crucis –un trozo del madero de la cruz de Cristo- expuesto en un relicario de Isabel la Católica, cuyos restos se encuentran en la Capilla Real de Granada.
“Cristo vive, y ése es el fundamento de todo, todo pende de ahí, hasta la misma creación. El hecho de que Cristo viva es una nueva creación: cambia el significado de todo, abre el horizonte de nuestra vida a un paisaje infinito, lleno de belleza porque proclama que el amor ha triunfado sobre la muerte”, afirmó Mons. Martínez en la homilía de la Misa de Resurrección del Señor, el pasado 31 de marzo. “Que el Señor nos conceda ser su Iglesia viva”, expresó Mons. Martínez.
En el templo catedralicio, las celebraciones estuvieron presididas por Mons. Javier Martínez, cuyas palabras en la Misa Crismal, la Cena del Señor, la Pasión del Señor, la Vigilia Pascual y la Eucaristía de Resurrección, pueden escucharse aquí.