Fecha de publicación: 7 de enero de 2020

La Solemne Hermandad Sacramental adscrita al templo parroquial Sagrario-Catedral terminó su Solemne Triduo en relación al Dulcísimo Nombre de Jesús, que la Iglesia celebra siempre el 3 de enero, con la celebración de esta Santa Misa en compañía del Arzobispo de Granada

Después de un rato de exposición del Santísimo que comenzó sobre las 18:30 horas, se celebró la Eucaristía en la que Mons. Javier Martínez subrayó el sentido del tiempo de Navidad que enmarca al Triduo en honor al Nombre de Jesús: “El tema de las lecturas de hoy tiene un nombre, un nombre propio, se llama Jesucristo”, comenzó, “es justo esa implicación del Hijo de Dios, de la Palabra de Dios, del Verbo de Dios, en esa historia humana nuestra”.

“TODO CONSISTE EN ÉL”

Para entender bien la importancia de la Encarnación del Hijo de Dios, D. Javier Martínez resaltó cómo es la Creación la primera “revelación” de Dios al hombre: “la Creación es una palabra de Dios, es una revelación de Dios. Las cosas, las personas, el mundo, los astros, los campos, las flores, la luz, es una revelación de Dios”, apuntó, pues “todo ha sido creado por Él y para Él, y todo tiene en Él su consistencia”.

El Nacimiento de Dios se revela así como un acontecimiento que cambia la vida. “El Señor no se cansa. ¡Esa es la Navidad!, que el Señor no se cansa de nosotros”. La conciencia de que somos Hijos de Dios supone “mirar a cada día que empieza como un regalo que la paciencia de Dios nos concede, y eso es mirar a cada persona que tengo cerca como un regalo único, una ventana única al misterio infinito de Dios, porque cada persona, cada rostro humano, es imagen y semejanza del Dios vivo”, concluyó.

LA NOVEDAD DE LA PROCESIÓN CLAUSTRAL

Este Solemne Triduo concluyó con la procesión del Santísimo por el interior del claustro de la iglesia parroquial Sagrario-Catedral. “Este año le hemos querido dar un carácter más sacramental al último día del culto del Triduo del Niño Jesús con la procesión claustral con la custodia que posee la Hermandad desde 1700”, nos dijo el albacea de la Hermandad del Dulcísimo Nombre, Antonio Posadas.

Con esta oración procesional terminaron los cultos en honor del Dulcísimo Nombre de Jesús, en el que se quería recordar cómo Jesús es fiel y permanece con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada