Fecha de publicación: 15 de octubre de 2019

Un rasgo inequívoco de los último siglos ha sido la tendencia progresiva hacia la vida concentrada en las grandes ciudades frente al abandono de una existencia ligada al campo. Esta es sin duda una de esas “fracturas de la modernidad” que tocan profundamente la vida del hombre y de su pertenencia a una comunidad.

Ahora que la Iglesia se preocupa en el Sínodo de la Amazonía de la lucha por una “ecología integral” para el hombre y la creación, esta colección de veintiún ensayos del filósofo metodista norteamericano son una verdadera ocasión para reflexionar si acaso existe alguna forma de no sucumbir al alejamiento del hombre de su contacto con una naturaleza de la que forma parte y al contacto con una comunidad que necesita para poder ser él mismo:

“Wendell Berry intenta ofrecer una alternativa agraria y comunitaria a nuestra mentalidad urbana e individualista; una alternativa humana a la sociedad de las máquinas, una alternativa a la ansiedad, a la soledad, la tristeza y la destructividad de nuestras vidas postmodernas”

En esta última aportación a la colección “Areópagos” de la editorial el lector podrá disfrutar de las originales reflexiones de Wendell Berry, que siempre se abren como un canto a la vida esencial al misterio cristiano, recordando que el milagro se encuentra siempre oculto en lo cotidiano:

Al aire libre nos vemos rodeados por todas partes de maravillas; vemos que lo milagroso no es lo extraordinario, sino el modo normal de la existencia. Es nuestro pan de cada día. Quien haya contemplado verdaderamente los lirios del campo o las aves del cielo, y haya ponderado lo inverosímil que es su existencia en este mundo cálido dentro de las frías y vacías distancias estelares, difícilmente se cuestionará la conversión del agua en vino, que fue, después de todo, un milagro muy pequeño. Se nos olvida el milagro mucho más grande y que sigue todavía, mediante el cual el agua (con tierra y con sol) se convierte en uvas”.

Las reflexiones de Berry, no obstante, no tratan de hacernos regresar a la vida en el campo sin más, sino de hacernos partícipes de las actitudes y preocupaciones propias del agricultor. Son más bien como una relectura en clave agraria de la vida actual, saliendo de la concepción propia de una economía de la productividad y el rendimiento que agota las energías del hombre y le recluye lejos de un contacto más vital con la tierra y la comunidad.

Esta última obra del filósofo norteamericano se une al resto publicadas anteriormente por la editorial Nuevo Inicio como: Sexo, economía, libertad y comunidad (2010); Fidelity. Cinco relatos (2012); La vida es un milagro (2012); Velad conmigo (2017) y ¿Para qué sirve la gente? (2018).

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada