Fecha de publicación: 24 de noviembre de 2017

Si ya en 1992, el primer año de la Campaña, el lema pedía “Derecho a un alojamiento digno”, 25 años más tarde continúa reclamando “Somos personas, tenemos derechos. Nadie Sin Hogar”. Una reivindicación que, por reiterada, no ha perdido valor ni contundencia, teniendo en cuenta que en España aproximadamente 40.000 personas están sin hogar (viven en la calle o sin vivienda, y están alojados en diferentes centros y recursos). Esta cifra se dispara si se habla de personas que residen en una vivienda insegura (3,6 millones de personas) o inadecuada (5 millones de personas).

Según el último Informe Foessa, la situación actual de fractura social en nuestra sociedad española no es un efecto de la crisis, sino una consecuencia del modelo socio-económico. Los datos desprenden que 2 de cada 3 personas en situación de exclusión provienen antes de la crisis. Realizando un paralelismo con datos locales, en el año 2007, en pleno comienzo de la crisis, cerca de 150 personas pernoctaban en las calles de Granada. Diez años más tarde, ésta cifra ha ascendido a 200 personas. Lo que constata que “Nadie Sin Hogar”, a pesar de su longevidad, hoy día es una campaña más que necesaria.
Los dispositivo de atención de Cáritas, que dirige la Fundación Casas Diocesanas de Acogida, atendió durante el pasado año un total de 700 personas en situación de sin hogar. Sus principales necesidades: la carencia de un hogar, la ausencia de ingresos, falta de redes sociales y familiares y dificultad en el acceso a acciones formativas, entre otras.

PROPUESTAS
Por este motivo, la Campaña de Personas Sin Hogar, quiere hacer visibles y poner el foco en las dificultades que se encuentran cada día las personas sin hogar en el acceso y ejercicio de sus derechos humanos, así como denunciar las vulneraciones de derechos que sufren y recordar que los derechos humanos suponen una responsabilidad no solo de los poderes públicos, sino también de toda la ciudadanía, las entidades sociales y los medios de comunicación.

Con ese objetivo, Cáritas lanza las siguientes propuestas:
– A las Administraciones públicas: que promuevan reformas estructurales que garanticen el acceso al derecho humano a una vivienda digna y adecuada. Nadie debe verse abocado a vivir en la calle, por lo que son necesarias sociales que faciliten el acceso a una vivienda segura y accesible, como el alquiler social, la cesión de uso, la propiedad cooperativa, o bien el destino de viviendas vacías al alquiler social.
– A la ciudadanía en general: que conozca y se anime a participar en entidades sociales de Granada que promuevan y pongan en valor los derechos de las personas en situación de sin hogar. Ser “agentes de derechos” a través de la movilización social.
– A los medios de comunicación: que informen desde un lenguaje y una perspectiva de derechos que evite los habituales estereotipos e imágenes estigmatizadoras. Términos como “transeúntes” y “sin techo”, sean sustituidos por “personas en situación de sin hogar”, que transmite un mensaje de oportunidad y posibilidad de recuperación personal.