Fue bautizado bajo el nombre de Pedro Berthelot en la bella región de Normandía, en la localidad costera de Honfleur. Allí conoció la vida marina y se apasionó por la navegación, viajando por los mares desde los 19 años por España, Inglaterra y América.
Al cabo de los años se convirtió en un reputado cosmógrafo y almirante, considerado por los reyes de Francia y Portugal. Cuando llega a la Indias en 1619, después de 7 viajes por el mundo, conoce en Goa con el padre Felipe, un carmelita teresiano.
Con 35 años abraza la orden carmelita, cambia su nombre por el de Dionisio de la Natividad, y se ordena sacerdote en 1638. Ese año lo mandan de misionero a la colonia portuguesa de Sumatra, para que ayudase en la misión con sus conocimientos marinos y su dominio de varias lenguas.
Ese viaje le convirtió, junto con el también beato Redento de la Cruz, en uno de los dos primeros mártires carmelitas. Apenas llegados a la isla, fueron agredidos por un grupo de musulmanes turcos, que quisieron forzarlos a renegar de su fe. Como no lo hicieron, los condenaron a muerte, lo que sucedió en 1638.en Aachen, Sumatra.