Fecha de publicación: 10 de octubre de 2021

Ángela María nació el 16 de mayo de 1825 en el seno de una familia católica en Kalisz, ciudad de Polonia. En el Bautismo recibió el nombre de Sofía Camila. Su familia se trasladó a Varsovia en 1837.

Desde su infancia demostró una piedad profunda: participaba todos los días en la Misa, recibía con frecuencia los sacramentos y realizaba vigilias de oración.

Asidua a la oración al Santísimo Sacramento, intuyó su vocación de servir a Cristo en la asistencia a los más pobres y necesitados. Con 29 años comenzó a ayudar a los niños abandonados de los barrios bajos de Varsovia. Con la ayuda económica de su padre y el apoyo de su prima Clotilde comenzó a hacerse cargo de seis niños. De esta forma atrajo a muchas voluntarias y floreció el instituto fundado por ella.

Prontó entró a formar parte de la Tercera Orden Franciscana y, con la ayuda de muchas voluntarias y consagradas, fundó la comunidad de religiosas de San Félix de Cantalicio. Su comunidad fue suprimida por el gobierno ruso en 1864. Esto no impidió que pudiesen seguir dedicándose en secreto a los enfermos, visitando prisioneros e instruyendo en la fe a gran cantidad de fieles.

La beata Truszkowska (truskoska) tuvo que retirarse de la actividad de la congregación a los 44 años, debido a un cáncer que padeció durante 30 años y que acabó con su vida en 1899. El Papa San Juan Pablo II beatificó a esta religiosa en abril de 1993.